El Cerrato , alto paramo
- Lourdes Barcenilla
- 6 ago 2016
- 1 Min. de lectura
Despertar en vacaciones temprano tiene sus ventajas,cuando la noche se abre paso coloreando en el cielo un tímido rojizo nos empieza a mostrar otra forma de disfrutar estas tierras Cerrateñas.Rojizo amanecer, llena de color los campos ya segados a la espera de la recogida de la paja,un dibujo natural que impacta desde las alturas del páramo.En el recuerdo de la niñez, ausencia de los molinos de viento,hoy, como diría Don Quijote :"gigantes" indestructibles a los que no se les puede quitar la vida ya que ellos no ayudan a que sea algo mejor. Campos que recuerdan a esas mantas de las abuelas que antaño tejían con mis formas y texturas.Como ya sabéis, para mi una foto vale mas que mil palabras..Os veo descubriendo castilla El Cerrato una tierra para perderse





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